El sistema democrático enfrenta un gran estrés por los conflictos que alimentan la inestabilidad global, vivimos en un mundo un poco desordenado y convulso, pero gran parte dependerá del ciclo electoral que se marcará este año.
Estamos en la mayor cantidad de conflictos activos desde el final de la segunda Guerra Mundial, con guerras abiertas en Ucrania, Palestina, Sudán o Yemen. La agenda geopolítica de los próximos meses trenza a partir del impacto entre los conflictos bélicos y el veredicto que lanzará los procesos electorales marcados en este año. Habrá elecciones que podrían definir guerras, las consecuencias de la ofensiva israelí en Gaza y la guerra ucraniana podrían depender de la Presidencia en Estados Unidos, un retorno de Trump podría modificar por completo las relaciones de fuerza y la posición de Washington en cada conflicto.
Más de 70 elecciones en el mundo, dan el hecho que más de 4.000 millones de personas irán a las urnas, en los diferentes países; esto hará que este 2024 pase a la historia. Elecciones para elegir a mandatarios de relevancia como India, Estados Unidos y Rusia, otras elecciones serán marcadas por la tensión como la de Taiwán y la de Ucrania. En este mundo de inteligencia artificial (IA) y demás nos lleva a la amenaza de la confiabilidad en las urnas, veremos dentro de poco si este ciclo electoral acaba siendo de resistencia democrática.
Nuevos gobiernos con visiones radicales, plantean escenarios como los de Ecuador, con crimen organizado, inseguridad y violencia, que es un verdadero desafío para el actual presidente.
Argentina con las propuestas de Milei, buscan transformar la crisis económica y la estructura geopolítica de los países del sur. El intento de consolidación económica de Brasil y de Luiz Inácio Lula da Silva como líder global también implica una serie de alianzas estratégicas para el resto del continente. Costa Rica llevó a cabo elecciones municipales, en febrero de este año, lo cual dio a conocer el gran ganador que fue el abstencionismo de las personas con casi el 70%, uno de los porcentajes más altos en los últimos años.
El Salvador, fue el primer país del continente en celebrar elecciones presidenciales en febrero 2024, la reelección de su presidente, Nayib Bukele, burló la prohibición por la Constitución, y fue autorizada tras una controvertida interpretación de los jueces de la Sala Constitucional.
El calendario electoral de la región continuará el 5 de mayo, con las elecciones de Panamá, donde además del presidente se renovará completamente el Parlamento, se nominarán a las autoridades locales y se elegirá una Asamblea Constituyente para reformar la Carta Magna de ese país, y así durante este año en diferentes países del mundo se continua con la agenda electoral.
Los pronósticos de las economías de América Latina y el Caribe para este año, aunque no son muy alentadoras, se espera que la tasa de crecimiento vaya en aumento, al igual que la creación de empleo. Para este 2024 se proyecta un crecimiento del 1.9% del Producto Interno Bruto regional, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
Difícil será predecir los resultados finales económicos y políticos, todo va a depender de los efectos, de las urnas electorales, de la interactividad de los Líderes y de las iniciativas individuales y grupales, fuera de todo pronóstico esperamos que lo que resta de este 2024, sea de gran crecimiento y sea un gran año para todos.