Por: https://mvsnoticias.com
La producción de café sostenible implica conservar la naturaleza y garantizar mejores condiciones de vida para las personas que lo cultivan y procesan.
La industria cafetera de Costa Rica está llevando a cabo proyectos para preservar el medio ambiente mediante prácticas agrícolas que optimicen el uso de los recursos y generen la menor cantidad posible de desperdicios.
En el ICAFÉ, en los últimos años, han estado manejando proyectos para promover la trazabilidad y sostenibilidad del café en toda la cadena de producción, la producción de café en Costa Rica se ha particularizado por poseer altos estándares de calidad, es innovadora y ambientalmente sostenible. Cuanto mejor se cuide el cafetal, menor es el impacto ambiental y mayores son las medidas de adaptabilidad de las plantaciones al cambio climático.
“Nuestro café está viviendo de una manera muy directa los impactos del cambio climático, y debemos trabajar fuertemente en la mitigación y adaptación si queremos tener café en un futuro”.
“La mayoría de las prácticas ambientales conllevan a un mayor bienestar económico y social, porque implican ahorros y medidas preventivas que pueden llegar a evitar retos mayores en un futuro”.
Trabajar bajo un modelo sostenible brinda una nueva dinámica en las actividades de la finca y los caficultores costarricenses, han podido percibir las diferencias.
Las diferencias entre un modelo de producción ecológico y uno tradicional, son de tipo técnico, porque todo consiste en “saber qué aplicar, en la justa dosis sin afectar el suelo, el ambiente, la planta, y generando rentabilidad tras cada decisión que se tome en la finca”.
Costa Rica tiene una línea guía definida con respecto a las prácticas en la finca y el beneficio, como el uso limitado de fertilizantes, los cuales no se pueden aplicar por vía aérea y promueve el uso de la pulpa del café como abono orgánico.
En 1992, el país firmó un convenio para regular el uso de agua y el manejo de aguas residuales. Para certificar estas prácticas e informar a los consumidores, el MAG creó el Sello de Café Sostenible, y obtenerlo no tiene ningún costo para el caficultor.
El ICAFE realiza “más de 6000 análisis de suelos gratuitos a los productores de café para que puedan fertilizar adecuadamente y evitar excesos que tengan un impacto ambiental y económico”. La educación ambiental es esencial para la conservación de los suelos, los cuerpos de agua y el equilibrio de todas las formas de vida que permiten producir un café de calidad”.