Conforme pasa el tiempo se vuelve cada vez más complicado entender a los electores, pues las estrategias tradicionales ya no son suficientes para convencerlos. Ante esto, los consultores actuales necesitan innovar, retomado nuevos modelos de comunicación que integren los recursos tecnológicos que la era digital ha traído consigo.

Derivado de estos desafíos es como llega la Neuropolítica:

Una disciplina encargada de comprender el cerebro y las emociones de las personas en su condición de ciudadanos electores con la intención de que los candidatos o equipos técnicos puedan conocer y tomar mejores decisiones basados en las necesidades de los votantes, y de esta forma obtener su apoyo para un proceso electoral (Gutiérrez, 2012).

Es así como los candidatos a través de la Neuropolítica tienen una nueva oportunidad de conectar, crear emociones y empatía con los votantes potenciales. De esta manera las nuevas campañas electorales se deben centrar en el ciudadano y no en el candidato, esta fórmula permite convencer al electorado de una manera más efectiva, tanto que aumenta la probabilidad de éxito en una campaña electoral.

Arteaga (2018) afirma que “los electores son más emocionales que racionales”, por lo que siempre hay que dar por hecho que si un candidato no es del es del agrado del votante, este puede llegar a serlo, sobre todo si incluye en su comunicación política cuestiones latentes de la realidad de las personas, lo que hace que el votante se identifique y a su vez reflexione.

En este sentido, te damos 3 estrategias de Neuropolítica que puedes aplicar a campañas electorales:

Análisis de redes sociales: las redes sociales se han vuelto un nuevo espacio de opinión pública ciudadana, pues el 70% de los usuarios la ocupa para expresar sus problemáticas, al utilizar esta información muy seguramente encontraremos cuales son las prioridades más latentes en un espacio determinado. Para eso tenemos que definir tres elementos importantes, el primero un ecosistema digital (seleccionar la red social que vamos a utilizar); definir una muestra (seleccionar cuantos casos vamos a estudiar) y definir la población objetivo (características que debe tener nuestra unidad de análisis, edad, lugar, sexo, etc.).

Análisis de candidatos: una parte importante es investigar de qué manera están haciendo campaña los demás aspirantes, que les funciona, cuánto dinero están invirtiendo en publicidad digital, que estrategias de comunicación les son útiles, cuál es su audiencia potencial entre otras cosas más que nos van a permitir identificar debilidades, medir posicionamientos y perfeccionar nuestra estrategia para empatizar con el votante.

Usar plataformas digitales para extraer información segmentada: el uso de software especializado en analizar datos nos permite saber de manera inmediata que le interesa a la ciudadanía, y medir en cierto modo las reacciones o emociones que dejan a publicaciones específicas.

En definitiva, el éxito de una campaña política está en investigar a profundidad al electorado, también saber comunicar correctamente las ideas que deriven de la estrategia teniendo en cuenta que cuando estas logren influir positivamente en las emociones, sentimientos y el cerebro de los votantes, en ese momento podremos estar cerca de la victoria.

Fuente: www.alcaldesdemexico.com