Desde la universidad y desde casa es posible tomar medidas para tratar mejor al ambiente.
Desde la universidad y desde casa es posible tomar medidas para tratar mejor al ambiente.
- El cuidado del ambiente debe ser una prioridad de todos los estudiantes y profesionales.
- Jóvenes estudiantes de todas las carreras pueden tomar medidas para reducir su impacto negativo en el planeta.
- Basta con cambiar algunos hábitos para ser un estudiante más ecológico.
Los reportes de los organismos internacionales indican que, de no cambiar los hábitos, la humanidad enfrentará una severa crisis de recursos naturales en los próximos años. El agua es uno de los principales recursos en riesgo, pero no el único.
La contaminación del aire, la acumulación de residuos causada por su pésima gestión, la expansión de industrias y prácticas que afectan la composición de los suelos, y prácticas tan cotidianas como desconsideradas con el ambiente llevan a que la contaminación sea en la actualidad una preocupación de impacto mundial.
Desde cada hogar, deben llevarse adelante medidas que promuevan un trato amigable con el ambiente, como forma de detener este deterioro de los recursos esenciales para la vida humana. En esta tarea, los centros educativos tienen un papel fundamental: el de promover las prácticas ecológicas.
Con acciones concretas, todas las universidades y centros de estudio pueden convertirse en entornos más amigables con el planeta. Lograrlo únicamente requiere de compromiso y dedicación.
¿Querés tratar mejor al planeta? ¿Pensás que algunas de tus prácticas podrían mejorar y ser más ecológicas? Te damos algunos ejemplos de 7 sencillos hábitos de la vida cotidiana con los que podés contribuir con el cuidado del medioambiente:
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Dejar de comprar botellas de refresco y en su lugar llevar una recargable.
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Comprar útiles realizados con materiales reciclados o reciclables.
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Cuidar la cantidad de impresiones realizadas y reducir al mínimo los espacios inutilizados en las hojas.
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Optar por tomar fotos con tu teléfono en lugar de hacer una fotocopia de un libro o texto, para ahorrar en el uso de papel.
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Cambiar los snacks de la tarde por frutas, cuyos desechos pueden ser devueltos a la tierra y convertidos en compost.
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Ir a estudiar en bicicleta.
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Solicitar y respetar espacios de reciclaje en tu universidad.
Estas prácticas no solo deben ser realizadas, sino también difundidas, pues cuantos más estudiantes se sumen a la causa mayor será el beneficio para el ambiente.
¿Te animás a intentarlo? No va a costarte más que unas semanas acostumbrarte a pensar en verde, y sin embargo, los beneficios de este cambio de hábitos pueden ser rentables durante años para el planeta.
Fuente: gestion.pe