Una ciudad inteligente es aquella que entiende, abraza e incentiva el crecimiento de la innovación para facilitar y resolver las necesidades de sus habitantes. Si hoy Buenos Aires es la ciudad más inteligente de América Latina es, sin lugar a dudas, fruto del trabajo en equipo entre un gobierno que apuesta por desarrollar una ciudad del futuro y habitantes que invierten su capacidad creativa, su talento y su visión innovadora en lograrlo. Pero también gracias a la constante adaptabilidad de los porteños a los cambios culturales para el desarrollo producto de esta innovación.
Por otra parte, el hecho de que Buenos Aires sea, por segunda vez, anfitriona de Smart City Expo nos ofrece la oportunidad de considerar, con una mirada retrospectiva, todas las metas alcanzadas pero, esencialmente, simboliza y reconoce el esfuerzo por mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, sin perder la identidad porteña, a través del diálogo con expertos y líderes en ciudades inteligentes.
En un contexto global marcado por el progreso tecnológico, Buenos Aires incorporó aplicaciones e instrumentos que agilizan y simplifican la vida cotidiana como por ejemplo el Chat de la Ciudad que asiste a los ciudadanos en trámites, pedidos e infracciones de tránsito o el predictivo de colectivos. En esta línea, la historia clínica digital también encarna un salto cualitativo esencial porque un diagnóstico más preciso se traduce en mejor salud. Por último, la tecnología es también una herramienta al servicio de la seguridad de los porteños: desde la instalación de un sistema de cámaras de vigilancia hasta el anillo de seguridad en los 73 ingresos y salidas que permiten monitorear el gran volumen de vehículos que transitan a diario.
Buenos Aires, comprometida con el medio ambiente
Sin embargo, es primordial señalar que aunque la tecnología es, sin dudas, muy valiosa también existen otras herramientas fundamentales como el talento, la innovación y la educación, y que exigen un espacio que articule a los ciudadanos con el gobierno y el sector privado. En una ciudad inteligente ese espacio debe ser abierto, transparente y horizontal en dos sentidos: por un lado, a través de un gobierno que comunique estas políticas públicas novedosas y, por otro, permitiendo que todos los porteños puedan participar activamente. Plataformas como BA Obras o Compromisos de Gobierno denotan transparencia porque definen objetivos precisos, detallan el grado de avance de los mismos y permiten su seguimiento. Sabemos que la toma de decisiones es más efectiva y ágil si conocemos exactamente las problemáticas y las necesidades de los vecinos por eso BA Elige es otra iniciativa clave para el desarrollo inteligente.
De nada serviría impulsar una ciudad del futuro, disruptiva y conectada, y no preparar a las nuevas generaciones para que incorporen y exploten este desarrollo. El progreso es vertiginoso y es por eso que hoy la educación digital es fundamental para que docentes y chicos dispongan de las herramientas necesarias para insertarse mañana en las nuevas prácticas globales. El programa Secundaria del Futuro establece un modelo educativo más inclusivo y adaptado a los nuevos procesos de aprendizaje y enseñanza como a las innovaciones tecnológicas.
Ciudades del futuro: ¿en qué lugar está ubicada Buenos Aires para el desarrollo?
Por último, una ciudad inteligente es aquella que reconoce que el aumento exponencial de su población reconfigura el desafío de la sustentabilidad. El Sistema Ecobici, las luces de LED y las nuevas plantas de reciclaje son parte de un cambio esencial para mejorar la circulación, la limpieza y la calidad de vida en la capital. La resolución de los desafíos depende del trabajo en conjunto, por fuera de las estructuras tradicionales, y marcado por la innovación. Hoy, Buenos Aires es la ciudad más inteligente de Latinoamérica y esto, lejos de conformarnos, nos incita a profundizar los cambios culturales, a reinventarnos como gobierno y a desafiarnos para ser mejores.
(*) Jefe de Gabinete de Ministros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Fuente: www.perfil.com