Un estudio del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (Icges) confirma que el virus llegó a mediados de febrero al país.

En la investigación se encontró una transmisión local para el 23 de febrero –días en los que se celebraba el Carnaval–, pero la fuente potencial de la infección se remonta al 15 de febrero.

Además, muestra que en Panamá una cepa originó una transmisión críptica (oculta) por al menos 2 a 3 semanas antes de ser detectada por el sistema de vigilancia epidemiológica.

Cepa oculta del virus se diseminó en el país

El rompecabezas de la llegada a Panamá del nuevo coronavirus SARS-CoV-2, transmisor de la enfermedad Covid-19, comienza a tomar forma luego de que científicos del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (Icges) obtuvieron piezas clave, a través de los análisis de genomas y epidemiología matemática.

Los resultados preliminares de los estudios de las cinco primeras semanas de la epidemia de Covid-19 en el país confirman que el virus llegó justo a mediados de febrero de este año.

En la investigación epidemiológica se encontró que ya para el 23 de febrero había una transmisión local. La aseveración se fundamenta en los informes de inicio de los síntomas del primer caso local confirmado el pasado 9 de marzo, y la fuente potencial de esta infección se remonta al 15 de febrero.

Así lo explica el preimpreso del estudio Dinámica de transmisión temprana, diseminación y caracterización genómica del SARS-CoV-2 en Panamá.

Otro dato de interés de la investigación es que los científicos secuenciaron 313 genomas completos de muestras de pacientes con la enfermedad, lo que les permitió establecer que al país llegaron 10 linajes (cepas) que tienen su origen de importación. Las cepas fueron detectadas mediante la vigilancia epidemiológica de casos sospechosos y sus contactos mediante el rastreo activo.

Linaje críptico (oculto)

Alexander Martínez, jefe del departamento de Genómica y Proteómica del Icges, explicó que de las 10 cepas detectadas, al menos 7 fueron efectivamente controladas, y las otras 3 presentaron un gran crecimiento entre la población.

Las tres cepas que se diseminaron en el país fueron las cepas A1 (Estados Unidos), A2 ( España) y B1 (Italia). De hecho, la cepa A2 procedente de España llegó, mutó y se fijó entre la población panameña originando la cepa A2PAN.

Martínez explicó que el crecimiento de esta cepa en el país se originó porque no se detectó durante las dos últimas semanas de febrero y al principio de marzo, lo que impidió su control. Es decir, que hubo una transmisión críptica (oculta ) del virus.

El científico sostuvo que al principio de la epidemia muy posiblemente el linaje críptico (oculto) circuló en las personas que iniciaron síntomas hacia el 15 de febrero y en el docente que falleció, y que esos pocos casos llevaron a una gran transmisión inicial.

Además, Martínez señaló que el análisis de linajes virales realizado muestra cómo en Panamá el virus llegó de diferentes lugares, y si es comparado con el resto del continente, el linaje que se transmitió no fue el mismo que se propagó en países como Brasil, México, entre otros.

Jean Paul Carrera, virólogo y epidemiólogo del Icges, subrayó que la transmisión críptica u oculta es una transmisión que pasa desapercibida por el sistema de vigilancia, y ocurre potencialmente porque el virus está en personas asintomáticas o con infección muy moderada, lo que no permite una fácil identificación de los casos y circulación del virus.

“Creemos que la causa del panorama que estamos viviendo hoy en día obedece a la transmisión oculta que se originó al inicio de la pandemia en el país”, afirmó.

Panamá tuvo transmisión oculta del Covid-19  durante unas 2 o 3 semanas: Gorgas
Infografía.

El estudio del instituto Gorgas también indica que Panamá tiene la mayor cantidad de infecciones confirmadas por SARS-CoV-2 y muertes en la región de Centroamérica.

La razón de este número de casos y muertes, según la investigación, es la transmisión oculta del virus, la dinámica de transmisión rápida y temprana, la búsqueda activa de casos y sus contactos, combinado con una fuerte capacidad molecular de pruebas en el país.

El estudio es un trabajo entre científicos del departamentos de Virología y Biotecnología, y Genómica y Proteómica del Icges, departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud, la Universidad de Oxford, entre otros.

El preimpreso de esta investigación fue publicado el pasado 4 de agosto en el sitio científico Medrxiv, y está en evaluación formal por pares de expertos en revistas internacionales.

La evolución de la epidemia en Panamá no es la única que ha estado bajo la mirada de los científicos del Gorgas, sino también la de Brasil.

La principal similitud entre la epidemia de Panamá y Brasil es que no logran suprimir la circulación del virus, aunque ambos países han reducido la magnitud de la pandemia de Covid-19, que emergió en China.

Fuente: www.prensa.com