Más del 80% de la población española ha tenido, tiene y tendrá un dolor de espalda a lo largo de su vida.

Mantener una alimentación sana y equilibrada es una de las claves que pueden ayudar a aliviar un dolor de espalda. No es raro si decimos que más del 80% de la población española ha tenido, tiene y tendrá un dolor de espalda a lo largo de su vida. Tampoco sorprenderá si afirmamos que es, precisamente, este problema una de las principales causas de discapacidad en los países desarrollados o de altos ingresos, tal y como se publicó en The Lancet en 2017.

El dolor de espalda es el primer problema de salud crónico en España, según expone el Documento de consenso en dolor de espalda de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC) y la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN). Los datos del informe sostienen que un 18,6% de la población refiere dolor de espalda, por diferentes causas y grados de intensidad y cerca de un 40% han pedido la baja laboral. Unos malos hábitos de vida y unos malos hábitos posturales pueden favorecer o agravar los dolores de espalda.

Para ayudar a mitigar este dolor, existen algunos factores fundamentales como son la práctica de ejercicio físico, llevar una alimentación sana y equilibrada rica en antioxidantes, mantener un peso adecuado, mejorar los hábitos de sueño, tener una buena higiene postural y evitar el tabaco. «Una alimentación saludable y equilibrada, la práctica de ejercicio moderado y el mantenimiento de un peso adecuado es fundamental para ayudar a aliviar los síntomas derivados de las lesiones articulares”, afirma a EL ESPAÑOL Eva Mª Bautista, Nutricionista de Blua de Sanitas.

A nivel nutricional, los dos consejos fundamentales y generales que podríamos dar son, por un lado, consumir alimentos con poder antiinflamatorio y por otro, disminuir el consumo de aquéllos que pueden potenciar los procesos inflamatorios. De este modo, expone Bautista, habría que hacer un consumo de alimentos que generen un ambiente antiinflamatorio, al aumentar el consumo de fitoquímicos (presente en vegetales), controlando la ingesta de alimentos ricos en omega 6 y aumentando la fuente de omega 3. Y por contra, habría que evitar alimentos cuyo consumo habitual se puede asociar a mayor inflamación como son los azúcares añadidos, las grasas saturadas y las grasas trans, los carbohidratos refinados, el mono sodio glutamato y el alcohol.

«La alimentación conforma un factor en la modulación de la respuesta inflamatoria.
Los fitoquímicos (compuestos químicos que producen las plantas) presentes en los alimentos pueden formar metabolitos activos y comportarse como mensajeros intracelulares, activando o inhibiendo la expresión de genes involucrados en los
procesos inflamatorios», afirma Bautista.

Alimentos ricos en azufre, omega 3…

En primer lugar, es recomendable consumir alimentos ricos en azufre como son el ajo, la cebolla, los huevos y las crucíferas, «ya que ayudan a absorber calcio y favorecen la reparación de tejidos y cartílagos», informa. En segundo lugar, uno de los consejos más importantes es consumir alimentos ricos en omega 3, ya que tienen un alto poder antiinflamatorio. Como vimos en este artículo el omega 3 se encuentra principalmente en el pescado azul (sardinas, boquerones, salmón…).

El tercer consejo para aliviar el dolor de espalda es consumir, también, alimentos ricos en antioxidantes como son los alimentos ricos en vitamina C (cítricos y verduras de hoja verde). Y también incluir en la dieta de forma habitual estos otros alimentos que tienen, igualmente, un gran poder antiinflamatorio: la cúrcuma, el jengibre, el té verde y, como no, el aceite de oliva virgen extra. En quinto lugar, el consumo de piña fresca es también una opción muy saludable porque contiene una sustancia antiinflamatoria llamada bromelina. Y en sexto lugar, se recomienda exponerse de forma moderada al sol para sintetizar vitamina D, necesaria en la formación de los huesos. Es recomendable tomar alimentos ricos en calcio.

Y vayamos ahora a los alimentos o grupos de alimentos que es necesario evitar ya que podrían favorecer los procesos inflamatorios. En séptimo lugar o consejo número siete es el de no consumir cafeína ni fosfatos, contenidos principalmente en lácteos y carnes; ni tampoco tomar alimentos ricos en oxalatos como las espinacas o la remolacha ya que -explica Bautista- impiden la absorción de calcio y pueden formar cristales en las articulaciones que generen
mayor dolor.

El noveno consejo es evitar el consumo de alimentos ricos en solanina (pimiento, tomate, berenjena y patata), sobre todo en momentos o períodos de brotes de dolor; y por último -concluye Bautista- en algunos casos, durante los periodos de crisis, se podría recomendar sustituir los lácteos por los de origen vegetal. Es recomendable además mantener una buena hidratación durante todo el día.

Fuente: www.elespanol.com