El escritor español Francisco Cuatrecasas Barrot, en su libro Gato-Terapia (2014), señaló los beneficios de tener felinos en el hogar, para combatir el estrés, la depresión y la ansiedad. Él explicó: “Los gatos ya los empleaban las viejas hechiceras y los chamanes por el hecho de que les conectaban con el mundo bien místico, o bien, por lo menos eso creían. Hay relatos que describen la ayuda que les daban los gatos, en los monasterios budistas para progresar la meditación. En ciertos países hay hoy día terapeutas que emplean a los gatos, como medio de autoayuda para personas agobiadas y / o bien solitarias.

Este autor indica que los gatos son animales “mágicos” y  les atribuye la habilidad de detectar cuándo sus propietarios están enfermos. Esto se debe a que ellos necesitan de la energía negativa para entender a su amo, la absorben y, por ejemplo, si su dueño está preocupado, el gato se acostará cerca de su cabeza; si está nervioso, lo hará junto a su estómago.

Bertrand Regader, psicólogo educativo y director de Psicología y Mente, escribió en su blog que, la terapia con gatos consiste en tener un felino cerca y explica: “El ejercicio recomendado es colocar al animal en las faldas de la persona y acariciarlo hasta que emita un ronroneo, ya que esto incentivará la relajación de ambos. Cuando se recuesta sobre alguna de las extremidades de la persona, también genera una sensación de bienestar, lo importante es tener contacto físico con el animal”.  Además, explicó que la acción de acariciar a la mascota promueve la calma y permite establecer una relación «especial y única».

Esta terapia se ha popularizado tanto que, en países como Japón, se han abierto  bares con gatos para que las personas, al salir del trabajo, acudan para relajarse mientras disfrutan de un té y acarician a los felinos. En Madrid, por su parte, hay lugares como la Gatoteca, donde se puede ir a jugar con estos animales, que han sido abandonados e, incluso, adoptarlos.  Cuatrecasas señala que las vibraciones relajan, estimulan la actividad de las células y permiten que la presión arterial disminuya.

Además, han realizado, durante años, varios estudios en los cuales se establece lo beneficioso del ronroneo de los gatos, pues relaja, fomenta el buen humor y proporciona confianza y seguridad, entre otras cosas.

“Los gatos ayudan a muchas personas que no pueden expresar sus emociones ni sentimientos, porque nunca les enseñaron o sencillamente, con el desarrollo, esta fue una conducta aprendida, a mostrarlas en un ambiente controlado, somos la mascota y yo y nadie, tiene que darse cuenta si le acaricié la oreja, una pata, el lomo, etc. No van a tener una respuesta negativa del gato porque son súper afectuosos, les encanta ser acariciados. Es un momento de entretenimiento, de relajación, de conexión con otro ser vivo, que tal vez no pueden tener con una persona en su vida privada. Llega a crearse un vínculo muy profundo, muy íntimo, que no siempre se logran hacer con los seres humanos”, relató Chaviano.

Sin lugar a dudas, la gato-terapia se está abriendo camino por todo el mundo; poco a poco, los felinos están siendo utilizados como instrumentos para ayudar a personas con algún tipo de discapacidad física o psíquica o con alguna clase de trastorno emocional.  Tales como: Alzheimer, autismo, Síndrome de Down, Déficit Atencional e Hiperactividad, entre otros.

A las personas con altos niveles de estrés y tensión por las diferentes razones, se les recomienda realizar este tipo de terapia, aunque contribuye a lograr en bienestar en diferentes tipos de padecimiento; no obstante, adquirir uno como mascota, también puede resultar en un estrés adicional; pues si se trata de felinos de raza, estos requieren ciertas atenciones como un alimento en concreto, ser cepillados diariamente o incluso visitas regulares al veterinario. De modo que, hasta para escoger un gato se debe hacer previamente un análisis, con el fin de que su compañía sea placentera, relajante y hasta pueda llegar a ser desestresante.

Algunos de los muchos beneficios de tener un gato son:

  • Alivia los sentimientos depresivos. La compañía de un gato mejora el estado de ánimo y sirve como distracción positiva para los que luchan contra la tristeza e incluso con la depresión, pues estos contribuyen a seguir una rutina, a mantener la responsabilidad y la actividad social en días difíciles. Por eso, tenerlas es recomendado por los médicos para las personas deprimidas o con riesgo de estarlo.
  • Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Minnesota concluye que tener un  gato merma los riegos de tener un derrame cerebral de un 30%.
  • El ronroneo de un gato puede reducir los síntomas de disnea (dificultades respiratorias). Estas vibraciones también son beneficiosas para sanar lesiones en los músculos, tendones, o ligamentos.
  • Tener un gato y sentir afecto por él puede ayudar a mejorar tu sistema inmunitario.
  • Las personas, que conviven con un gato, tienen un 40% menos de riesgo de tener un infarto cardiaco. Un estudio realizado en el instituto Stroke de la Universidad de Minnesota señala que los dueños de gatos tienen menos probabilidades de morir de un ataque cardíaco; pues interactuar con un gato y escuchar el sonido de su ronroneo reduce la presión sanguínea.
  • Estas frecuencias vibratorias promueven el fortalecimiento de los huesos.
  • La presencia de un gato mejora nuestro estado de ánimo, en parte porque nos distrae de nuestras preocupaciones, pero también porque libera en nosotros una sustancia llamada oxitocina, la cual tiene un efecto calmante.
  • La compañía de los gatos alargan la longitud de vida. Mejoran la salud de los ancianos. Una investigación publicada en el Journal of the American Geriatric Society observó que, entre casi 1.000 hombres y mujeres con una edad promedio de 70-75 años, quienes tenían un gato o un perro tenían mejor bienestar psicológico, y eran capaces de realizar mejor actividades diarias como prepararse las comidas, bañarse, vestirse, salir a caminar y tender la cama.
  • Las vibraciones del ronroneo ayudan a curar infecciones e inflamaciones.
  • Tanto jugar con ellos como el verlos hacer “tonterías” provocan la risa. Investigadores de la Universidad de Loma Linda, California, descubrieron que con reírse durante 20 minutos reduce el nivel de cortisol, algo que mejora la memoria, corazón y sistema inmune.
  • Disminuye el estrés y la ansiedad. Acariciar a un gato que está ronroneando ayudan a relajarse. Estudios médicos han comprobado que el ronroneo de los gatos ayuda a reducir el estrés del dueño, y también a disminuir la tensión arterial. Los gatos pueden producir vibraciones de entre 20 y 140 hercios al ronronear, frecuencia considerada beneficiosa para una gran variedad de enfermedades, según la Scientific American.

Por consiguiente, la utilización de este tipo de terapia, basada en la interacción amistosa entre el gato y la persona,  puede ayudar a mejorar tanto la salud física como  mental, las cuales pueden ser afectadas por distintas situaciones, asimismo, a mejorar la calidad de vida en general. Lo positivo de la gato-terapia es, justamente su sencillez, pues radica en la compañía que ofrece el gato y, fundamentalmente, en el modo como interactúan la persona y este.

Por: Lic. Jennifer Pazos M. – Periodista