La elección de una carrera, ya sea técnica o profesional, es un proceso en el que influyen muchas variables que van más allá de los intereses y las habilidades.  Es importante seguir técnicas para ayudar a los adolescentes a tomar decisiones profesionales, educativas y de vida.

“Elegir cuál es el camino o el giro educativo, laboral o de vida para un adulto, y aún más para un niño o un adolescente, es complejo porque siempre significa renunciar a otra cosa”. Algunos de los factores que inciden en esta problemática tienen que ver con la falta de orientación vocacional, la ausencia de actualización de la malla curricular en relación con la demanda laboral de las empresas, pero también con la inmadurez socioemocional con que los niños y jóvenes se enfrentan a esa elección. “Es una paradoja que, en el momento de mayor indefinición psicológica evolutiva del ser humano, que es la adolescencia, tengan que elegir en lo que van a trabajar el resto de la vida”,

Tomar decisiones tan trascendentales en la vida durante la adolescencia, donde los niños o jóvenes están más expuestos, confundidos y están buscando quiénes son, es muy difícil y es un camino que está lleno de riesgos si no se lleva a cabo de manera correcta.

En esta etapa, los colegios son el espacio ideal para motivar a los jóvenes, a través de exposiciones de profesionales o técnicos que cuenten cómo es su trabajo, en qué consiste y qué es lo que les espera para los próximos años, porque salvo que hayan tenido una experiencia similar en su familia, muchos niños tienen una idea parcial de las carreras o el futuro laboral. “Frente a esta situación es fundamental brindarles una información lo más amplia y entretenida posible”, “hay que movilizarlos e incentivarlos a hacerse preguntas, e investigar. El tema es que el adolescente se conecte vivencialmente con la actividad que él o ella van a tener después, una vez que elijan ese camino, y acompañarlos para que se conecten con esa vida”.